Aumenta el paro en la eurozona mientras baja la inflación

El BCE decidió en su última reunión de principios de marzo mantener los tipos en el 4,5 %, su nivel más alto desde 2001 tras haber aplicado una subida histórica

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Trabajadores de la automociónCrédito EFE

EFE - La tasa de paro de la eurozona se situó en el 6,5 % en febrero, una décima más que la alcanzada en enero, cuando el indicador registró su mínimo histórico, informó este miércoles la oficina de estadística comunitaria, Eurostat. En el conjunto de la Unión Europea (UE), la proporción de desempleados respecto a la población activa permaneció estable en el 6 % respecto al mes anterior.

En términos interanuales, la tasa de desempleo cayó una décima entre febrero de 2022 y 2023 en la zona euro, mientras que en los Veintisiete la tasa se mantuvo estable en el 6 %. Eurostat cifra en 13,24 millones las personas sin empleo en la UE, de los que 11,10 millones se encuentran en los veinte países que comparten el euro.

Respecto a enero, la oficina de estadística revela que el paro cayó en febrero en 13.000 personas en los Veintisiete y creció en 17.000 en la eurozona, y que, en comparación con enero de 2023, el desempleo creció en 156.000 personas en el club comunitario y cayó 30.000 en la zona euro.

Por países, España a la cabeza de desempleados

España se situó como el país con la mayor proporción de desempleados de la UE en febrero de 2024, con un 11,5 %, si bien registra una caída de una décima mensual respecto al 11,6 % de enero y de 1,4 puntos respecto al 12,9 % de hace un año. Le siguen Grecia (11 %), Suecia (8,1 %), Estonia (7,7 %), Finlandia (7,6 %), Italia (7,5 %) y Lituania y Francia (ambos un 7,4 %).

Por otro lado, el país de la UE con la tasa de paro más baja registrada en febrero fue Chequia (2,6 %), seguido de Polonia (2,9 %), Eslovenia (3,1 %), y Alemania y Malta (ambos un 3,2 %).. Asimismo, En febrero de 2024, la tasa de paro juvenil en la Unión Europea fue del 14,8 %, una décima menos que el mes anterior, mientras que en la eurozona permaneció estable en el 14,6 %.

En el club comunitario hubo un total de 2,89 millones de jóvenes menores de 25 años en paro, de los que 2,32 millones correspondieron a la zona euro.En comparación con el mes previo, el desempleo juvenil cayó en febrero en 13.000 personas en la UE y en 4.000 en los países que comparten el euro, agregó Eurostat, que añadió que respecto a enero de 2023 esta tasa aumentó en 174.000 personas en los Veintisiete y en 91.000 personas en la eurozona.

España se situó a la cabeza del desempleo juvenil en el segundo mes del año, con una proporción del 28,2 %, por delante de Grecia (25 %), Suecia (23,2 %), Portugal (23,1 %), Italia (22,8 %), Luxemburgo (20 %), Estonia (18 %) y Francia (17,2 %). Las tasas más bajas, por su parte, se registraron en Alemania (5,8 %), Chequia (7,9 %) y Países Bajos (8,7 %).

En cuanto al análisis por género, la tasa de desempleo de las mujeres en el conjunto de la UE permaneció estable en el 6,4 % en febrero, mientras que la de los hombres cayó al 5,7 %, una décima menos en comparación con el mes anterior. En la zona del euro, la tasa de paro de las mujeres fue del 6,9 % y la de los hombres del 6,1 %, ambas estables en comparación con enero.

La mayor tasa de paro entre las mujeres correspondió a Grecia con un 14,2 %, seguido de España, que anotó un 13 %, mientras que las proporciones más bajas de paro femenino se dieron en Alemania y Polonia (ambas un 3 %), Malta (3,1 %) y Chequia (3,2 %).

La inflación, a la baja

Por otra parte, la tasa de inflación interanual en la eurozona se redujo dos décimas en marzo, hasta el 2,4 %, con lo que sigue aproximándose al objetivo del 2 % por el que se rige el Banco Central Europeo (BCE), según la estimación preliminar también publicada este miércoles por Eurostat.

Por componentes, los precios de los servicios fueron los que más contribuyeron a la inflación en el área del euro al aumentar un 4,0 %, en marzo, la misma tasa que en febrero, mientras que moderaron su subida los precios de alimentos, alcohol y tabaco (un 2,7 % en marzo frente al 3,9 % del mes anterior) y los de los bienes industriales no energéticos (del 1,1 % en comparación con el 1,6 % en febrero).

Los precios de la energía, por su parte, ralentizaron su descenso y cedieron un 1,8 % anual en marzo, en comparación con la caída del 3,7 % que habían registrado en febrero. En cuanto a la inflación subyacente, que excluye el efecto de los precios de energía y alimentos por ser los más volátiles y es la principal referencia para el BCE, la tasa se redujo en marzo tres décimas, hasta el 2,9 %, reforzando los argumentos para que Fráncfort se plantee una bajada de los tipos de interés.

Entre las grandes economías de la eurozona, la tasa de inflación interanual se redujo seis décimas en Alemania, hasta el 2,3 %, y ocho décimas en Francia, hasta el 2,4 %, mientras que aumentó en España, del 2,9 % al 3,2 %, según el índice armonizado elaborado por Eurostat; en Italia, del 0,8 % al 1,3 %, y en Países Bajos, del 2,7 % al 3,1 %.

La tasa de inflación se incrementó en marzo también en Croacia, hasta el 4,9 %, la tasa más alta de la eurozona, así como en Bélgica (3,8 %), Grecia (3,4 %), Letonia (1,0 %) y Portugal (2,6 %), en tanto que se mantuvo estable en Luxemburgo, en el 3,2 %; Austria (4,2 %) y Eslovenia (3,4 %). Por el contrario, disminuyó en Estonia hasta el 4,1 %, Irlanda (1,7 %), Chipre (1,6 %), Malta (2,7 %), Eslovaquia (2,5 %), Finlandia (0,7 %) y Lituania, que registró la inflación más baja de la eurozona en el 0,3 %.

Las cifras de marzo reflejan que la tasa de inflación interanual en la eurozona ha encadenado tres meses de descensos consecutivos tras un repunte el pasado diciembre y la inflación subyacente mantiene su senda descendente, unos datos que podrían contribuir a dar al BCE la confianza que afirma necesitar para empezar a recortar los tipos de interés.

En un discurso en marzo, su presidenta, Christine Lagarde, anticipó que la institución podría bajar los tipos si los datos de mayo y junio revelan que la senda de inflación subyacente está suficientemente alineada con las previsiones del BCE y siempre y cuando la transmisión de su política monetaria siga siendo intensa. Sin embargo, advirtió de que incluso tras una primera bajada de tipos, el emisor no podrá comprometerse de antemano con una senda concreta, que seguirá dependiendo de los nuevos datos que reciba.

El mes pasado la institución revisó a la baja sus proyecciones de inflación hasta el 2,3 % en 2024, 2 % en 2025 y 1,9 % en 2026. En junio elaborará nuevas previsiones, a las que se sumarán los datos sobre el crecimiento de los salarios negociados en mayo como elementos clave para decidir sobre el rumbo de los tipos de interés.

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