Obstáculos para la Internacionalización de las Pymes

En un mundo donde la globalización da paso constante a la glocalización, producto de las barreras y fragmentaciones que vivimos, la internacionalización se presenta como una avenida estratégica para las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que buscan expandir su mercado y diversificar sus riesgos. Sin embargo, el proceso de llevar una empresa más allá de sus fronteras nacionales implica enfrentar una serie de desafíos significativos. Una encuesta reciente, revela que los principales obstáculos percibidos por los empresarios son los legales y regulatorios, la identificación del mercado correcto y la estructura de la empresa. Analicemos cada uno de estos puntos para entender mejor cómo impactan en la expansión internacional.

La distribución entre estos factores ha sido pareja entre las cuestiones legales y regulatorias y la estructura de la empresa, quedando en un segundo plano las relacionadas a estudios de mercado. El primer y más considerable obstáculo, con poco más del 40% de los resultados, son, como decíamos, los aspectos legales y regulatorios. Este no es un tema menor, dado que cada país posee un marco único que puede variar enormemente de una jurisdicción a otra. Las normativas que regulan la entrada de productos extranjeros, las leyes de protección al consumidor, los estándares de calidad y seguridad, así como las regulaciones laborales y fiscales, pueden representar un laberinto complejo para cualquier empresario. La falta de conocimiento sobre estas normas puede llevar a errores costosos y retrasos significativos, que a menudo requieren de asesoramiento legal especializado para su correcta navegación.

En el mercado europeo, las tensiones respecto de la PAC se han convertido en uno de los ejes, por caso, que podrán redefinir el próximo parlamento en las elecciones del 09/06, con opciones que proponen retrotraer la política de decisión a cada estado miembro, lo que sumaría mayor complejidad en el comercio.

El segundo obstáculo, con algo menos del 40%, y casi empatando a 0,5 pp de distancia, resalta la estructura de la empresa como un desafío clave. La internacionalización exige una adaptación de la estructura organizativa de la empresa para soportar operaciones en múltiples mercados. Esto puede implicar la creación de nuevas divisiones, la adaptación de los procesos logísticos y de producción, y la implementación de sistemas de gestión más robustos. Además, la empresa debe ser capaz de mantener una comunicación efectiva a pesar de las diferencias de idioma y huso horario, lo que a menudo requiere una inversión considerable en recursos humanos y tecnológicos. Aquí la profesionalización de equipos y el apoyo en consultores puede ser un valor añadido, así como el trabajar en red con otras empresas.

Finalmente, seleccionado por el 20% de los encuestados, es la identificación del mercado correcto. Elegir el mercado adecuado es crucial para el éxito de cualquier estrategia de internacionalización. Esto implica no solo entender las necesidades y preferencias de los consumidores locales, sino también analizar la competencia, evaluar la demanda potencial y considerar factores culturales y socioeconómicos que pueden influir en la aceptación del producto o servicio. Un error en esta fase puede significar la diferencia entre un lanzamiento exitoso y uno que nunca logra despegar.

Por lo antes dicho, es llamativo, y a la vez una pauta de que las empresas aún poseen su proceso de salido al mundo subordinado exclusivamente a la burocracia en su peor acepción de la palabra, y no a la de agregar valor al consumidor. Esto demuestra, a mi entender, que tenemos enormes oportunidades para trabajar en cuestiones que en los mercados locales llevamos décadas haciendo. No se trata de suponer que no hay necesidad de enfocarse en los requisitos, pero supeditar nuestro éxito a ello, es equiparable a en el mercado local supeditar las ventas a una tasa o un permiso municipal.

La superación de estos obstáculos no es trivial y requiere una planificación meticulosa, recursos adecuados y, a menudo, alianzas estratégicas en los mercados objetivos. Las Pymes que logran navegar con éxito estos desafíos pueden obtener acceso a nuevos clientes, aumentar su competitividad y mejorar su capacidad de innovación al exponerse a nuevos mercados y culturas. No obstante, trabajar en la parte "soft" y ponderar la normativa como un servicio de apoyo necesario, puede ser un diferencial considerable. Con la estrategia correcta, una buena comprensión de los mercados objetivos y una estructura empresarial adaptada, las empresas pueden superar los obstáculos y prosperar en el escenario global.