China acuerda fabricar coches eléctricos en Barcelona

La llegada de Chery Automobile a Barcelona representa un hito crucial para la industria automotriz en Europa. Este fabricante chino, reconocido por su enfoque en la innovación tecnológica, revitaliza las antiguas instalaciones de Nissan en la Zona Franca, una ubicación estratégica cerca del aeropuerto y del puerto de Barcelona. Este desarrollo no solo es significativo por ser la primera gran entrada de un fabricante de automóviles chino en el mercado europeo, sino también porque simboliza un avance significativo hacia la reindustrialización del sitio, que cerró en 2021 afectando a aproximadamente 2,500 trabajadores y la economía local.

El acuerdo entre Ebro-EV Motors y Chery culmina en la formación de una joint venture, liderada predominantemente por Btech, una firma española. Este proyecto promete no solo una recuperación económica y la creación de empleo, con la estimación de alrededor de mil nuevos puestos de trabajo, sino también la formación y el empleo continuo para los ex empleados de Nissan. La producción del modelo Omoda 5 de Chery está programada para comenzar a finales de este año, seguida por modelos propios de la marca Ebro, enfocados en energías limpias.

La reindustrialización como motor de desarrollo económico

La firma oficial del acuerdo, que se celebrará este 19 de abril, tiene grandes expectativas de que la presencia de Chery fortalezca la confianza en España como un destino atractivo para inversiones extranjeras. Además, se anticipa que la operación de Chery en Barcelona genere un impacto económico más amplio en la región, fomentando colaboraciones con proveedores locales y fortaleciendo la cadena de valor industrial en el sector automotriz. Este es un claro ejemplo de cómo la colaboración internacional y la apertura a nuevos mercados son cruciales para el desarrollo económico local.

Este proyecto no solo simboliza un paso importante en la expansión europea de Chery, sino que también supone una notable recuperación económica para la región. Según Charlie Zhang, vicepresidente del Grupo Chery, incluso en el peor de los escenarios, la empresa espera crear al menos mil puestos de trabajo. Con una capacidad productiva proyectada de 300,000 automóviles al año, Chery planea establecer un nuevo estándar en la producción de vehículos no solo eléctricos, sino también modelos de gasolina e híbridos bajo varias de sus marcas.

La presencia de Chery en Barcelona refuerza la posición de la ciudad como un centro clave en la industria automotriz europea y destaca el creciente impacto de los fabricantes chinos en el mercado global, ofreciendo una gama de vehículos que incluye opciones más asequibles y ecológicas. Con la formalización del acuerdo este viernes, con la presencia de representantes de Cataluña, España y China, se espera un paso crucial hacia la reindustrialización de la planta y un futuro prometedor para la industria automotriz en la región.

Las autoridades han mantenido en reserva si se han ofrecido incentivos financieros a Chery para facilitar esta transición. Sin embargo, el gobierno catalán ha manifestado su apoyo a través de la financiación de programas de capacitación para los ex trabajadores de Nissan, facilitando así su incorporación a las nuevas operaciones de producción.

Con información de EFE