El desempleo en los mayores de 45 Años en máximos históricos

El 63,4% de los perceptores de prestaciones por desempleo supera los 45 años, con un 44,1% en el nivel contributivo y un 78,2% en subsidios.

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Oficina de empleoCredito: El Economista

El desempleo de los mayores de 45 años en España ha alcanzado niveles preocupantes según las estadísticas más recientes. En mayo de 2024, el número de desempleados en este grupo de edad era de 1,5 millones, lo que representa un 58,1% del total de desempleados, un máximo histórico. A pesar de un descenso del 3,5% en comparación con el año anterior, el peso relativo de este colectivo sigue aumentando.

Desde mayo de 2021, la proporción de desempleados mayores inscritos en los servicios públicos de empleo ha superado el 50%. Esta tendencia se ha mantenido, destacando que el desempleo entre los mayores de 45 años se reduce a un ritmo mucho menor en comparación con otros grupos de edad. En un contexto de recuperación económica y crecimiento del empleo tras la pandemia, los mayores de 45 años han sido los más afectados negativamente.

El desempleo de los menores de 45 años ha disminuido un 41,7% (44,5% para los menores de 25 años y 40,1% para los de entre 25 y 44 años), mientras que para los mayores de 45 años solo ha bajado un 20,5%. Este desequilibrio resalta que los mayores de 45 años son los grandes perdedores en la recuperación del empleo post-pandemia, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Diferencias en las Estadísticas

Las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA) presentan un panorama ligeramente diferente, con un 41,9% de desempleados mayores de 45 años, frente al 42,1% de los desempleados entre 25 y 44 años y el 15,6% de los menores de 25 años. Sin embargo, la tendencia general muestra un incremento en el desempleo de los mayores de 45 años, en línea con el envejecimiento de la población activa.

La diferencia entre las cifras del SEPE y la EPA se puede atribuir a dos factores principales: el 'efecto desánimo' entre los desempleados mayores, que tienden a renunciar a la búsqueda activa de empleo, y la mayor propensión de estos a inscribirse como demandantes de empleo para acceder a prestaciones por desempleo. Esto último tiene un impacto directo en las arcas públicas, con un aumento del gasto en prestaciones del 2,2% anual, a pesar de una caída del 4,7% en el número de desempleados registrados.

Gasto en Prestaciones y Subsidios y la nueva reforma

El 63,4% de los perceptores de prestaciones por desempleo supera los 45 años, con un 44,1% en el nivel contributivo y un 78,2% en subsidios. El subsidio para mayores de 52 años es el único que se puede percibir ininterrumpidamente hasta la jubilación, y el Estado cotiza para la jubilación sobre el 125% de la base mínima. Este subsidio es crucial para muchos prejubilados, y los mayores de 55 años representan el grupo más numeroso de beneficiarios.

La reforma de la protección por desempleo aprobada en 2023 ha sido controvertida. Inicialmente, el Gobierno intentó recortar la cotización del SEPE del 125% al 100%, pero este cambio fue vetado por Podemos, forzando la derogación del decreto ley. La nueva versión de la reforma, que ha recibido el aval de las Cortes, incluye un plan para estimular la empleabilidad de los mayores de 45 años, permitiendo la compatibilidad entre prestaciones y salarios. Sin embargo, los datos sugieren que esta medida podría no ser suficiente para resolver las dificultades de este colectivo para encontrar empleo.

En mayo de 2024, solo el 28,6% de los nuevos trabajadores contratados tenían más de 45 años, y aunque la intermediación de los servicios públicos funciona relativamente bien para ellos, solo representa el 4,3% del total de colocaciones. Esto evidencia la magnitud del problema: la falta de oportunidades laborales alimenta el desánimo y las situaciones de desempleo de larga duración.

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