Autónomos y pymes ante la reducción de jornada laboral

No se respetan los pactos ni acuerdos alcanzados en el pacto del diálogo social y la negociación colectiva, ha indicado el presidente de ATA, abierto a negociar

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Lorenzo Amor - ATA
Lorenzo Amor - ATA

La posibilidad de reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales sigue generando debate entre empresarios, autónomos y el Gobierno. Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y vicepresidente de la CEOE, ha destacado que esta medida es viable, pero plantea importantes desafíos para autónomos y pequeñas empresas. Según Amor, “el problema está en cómo adaptarse a esta jornada, ya que para una pequeña empresa y un autónomo va a ser muy difícil”.

El debate ha sido especialmente tenso en los últimos meses, con discrepancias entre el Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz, y las patronales empresariales, entre ellas la CEOE y Cepyme. Estas organizaciones han defendido que la negociación colectiva sea el mecanismo principal para implementar la medida, argumentando que el impacto es muy diferente dependiendo del tamaño y sector de las empresas.

En esta línea, Amor subrayó la importancia de respetar los acuerdos alcanzados en el diálogo social y la flexibilidad para que la medida pueda ser adaptada a través de convenios sectoriales. "La reducción de jornada se tiene que llevar a cabo sector a sector, territorio a territorio y convenio colectivo a convenio colectivo", destacó.

La subida del SMI: otro reto en 2025

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, también reconoció que las pequeñas empresas y autónomos enfrentarán mayores dificultades en comparación con las grandes corporaciones, que ya cuentan con jornadas laborales ajustadas. Ante este panorama, desde ATA se pide un acompañamiento efectivo por parte de las instituciones para garantizar que las pymes y autónomos puedan cumplir con las nuevas exigencias laborales sin comprometer su viabilidad económica.

Además de la reducción de jornada, el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) vuelve a estar en el centro del debate. Lorenzo Amor afirmó que las patronales no se opondrán a este incremento: “No nos vamos a negar a que suba”, aseguró. Sin embargo, advirtió que este tipo de medidas debe ir acompañada de un marco de negociación colectiva que no se vea afectado por obstáculos políticos.

Amor denunció que el nivel de confianza en el diálogo social se ha resentido debido a la intervención gubernamental en temas que tradicionalmente se han resuelto mediante la negociación entre las partes. Según él, la "negociación colectiva ha quedado un poquito herida" en el contexto actual, lo que pone en entredicho su eficacia para resolver estos desafíos.

Un contexto de incertidumbre para autónomos y pymes

La reducción de la jornada laboral y la subida del SMI son medidas que buscan mejorar las condiciones laborales, pero su implementación plantea dudas en cuanto a su impacto económico en sectores vulnerables. Para las pymes y autónomos, que representan la mayor parte del tejido empresarial español, la capacidad de adaptación dependerá de un enfoque flexible y negociado.

El diálogo social será clave para alcanzar un consenso que permita equilibrar los derechos de los trabajadores con la sostenibilidad de las empresas. Desde las patronales, se mantienen firmes en su apuesta por que la negociación colectiva sea el pilar para implementar estas transformaciones, mientras instan al Gobierno a establecer medidas de apoyo específicas para evitar un impacto negativo en los sectores más frágiles.

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