
El 41% de los españoles ha renunciado a su empleo por un entorno tóxico. En las pymes, la falta de liderazgo saludable y cultura inclusiva agrava el problema.
Coincidiendo con la celebración del Día Europeo de las Pymes, ManpowerGroup ha puesto el foco en un desafío crítico para el ecosistema empresarial español: la creciente dificultad que tienen las pequeñas y medianas empresas para cubrir puestos vacantes con perfiles adecuados. Según el informe anual sobre el Desajuste de Talento publicado por la compañía, el 80 % de las empresas medianas (con entre 50 y 249 empleados) y el 79 % de las pequeñas (de 10 a 49 empleados) reconocen que tienen serios problemas para incorporar el talento que necesitan. Estas cifras superan incluso la media global, que se sitúa cinco puntos por debajo.
Este fenómeno afecta con especial intensidad a las pymes, que, a pesar de su menor dimensión, registran un desajuste de talento incluso superior al de las grandes corporaciones, donde el promedio de dificultades se sitúa en el 74 %. Incluso las microempresas, con plantillas inferiores a diez empleados, enfrentan barreras importantes (68 %), sobre todo por la desventaja que tienen al competir con multinacionales en aspectos como la remuneración, los beneficios sociales o las posibilidades de crecimiento profesional.
Estas dificultades adquieren una dimensión aún más relevante al considerar el papel que desempeñan las pymes en la economía nacional. Según datos del INE, existen en España casi tres millones de pymes activas, lo que equivale al 99,8 % del total de empresas. Este grupo genera dos de cada tres empleos, lo que las convierte en una pieza clave para el empleo, la innovación y la productividad. Por ello, cualquier obstáculo en la captación de talento tiene un impacto directo en el desarrollo económico del país.
Entre los factores que intensifican este desajuste de talento destaca la creciente competencia por perfiles con formación técnica y competencias digitales, dos áreas cada vez más valoradas en un mercado laboral en constante transformación. Las pymes, muchas veces con recursos limitados, tienen dificultades para igualar las condiciones que ofrecen grandes empresas, lo que merma su capacidad para atraer a estos profesionales especializados.
Francisco Ribeiro, CEO de ManpowerGroup España, lo expresa con claridad: “Las pequeñas y medianas empresas están en el centro de nuestra economía, pero también en el epicentro del desajuste de talento”. Para el directivo, es urgente desarrollar soluciones específicas que permitan a las pymes ganar competitividad en el ámbito del talento. Estas deberían incluir formación práctica, acceso a talento cualificado y herramientas de atracción y fidelización.
De hecho, algunas empresas ya están adoptando medidas para contrarrestar esta situación. El 21 % de las pymes ha comenzado a formar internamente a sus equipos, una estrategia que busca suplir la falta de perfiles disponibles en el mercado. De forma paralela, otro 21 % ha implementado políticas de horarios flexibles, y un 20 % ha optado por modelos híbridos o teletrabajo, en un intento por mejorar la experiencia del empleado y aumentar la retención.
Para la consultora, invertir en estrategias de atracción y retención del talento ya no es una opción, sino una obligación para mantener la competitividad del tejido empresarial más representativo de España. Para muchas pymes, adaptarse a esta nueva realidad puede marcar la diferencia entre estancarse o avanzar en un mercado laboral cada vez más exigente, afirman.
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