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El Banco Central Europeo (BCE) celebra este jueves una reunión de política monetaria de transición en un contexto de descenso de la inflación en el que el organismo espera recibir más datos que le permita llevar a cabo una posible bajada de tipos en junio.
El Consejo de Gobierno mantendrá previsiblemente los tipos de interés por quinta vez consecutiva en el 4,5 %, su nivel más alto desde 2001, mientras que también dejará sin cambios la facilidad de crédito -la que presta a los bancos a un día- en el 4,75 % y la de depósito -que remunera el exceso de reservas a un día- en el 4 %.
El organismo toma esta decisión en un contexto de bajada de la inflación, después de que esta se redujera en dos décimas en marzo, hasta el 2,4 %, al tiempo que la subyacente -que excluye el efecto de los precios de la energía y los alimentos por ser más volátiles- descendió tres décimas, hasta el 2,9 %.
Unos números que refuerzan los argumentos para que Fráncfort se plantee una bajada de los tipos de interés, pero que no serán suficiente, según los analistas consultados por EFE, que coinciden en señalar que el BCE mantendrá invariable su política monetaria este jueves.
«La reunión de abril del BCE será una de las más rápidas de la historia», ha afirmado el miembro del comité de inversión de Carmignac Kevin Thozet, antes de destacar que es «muy difícil que un banco central dependiente de los datos se desvíe de su rumbo».
Una opinión que comparten desde AXA, donde consideran que el encuentro probablemente será «una evaluación provisional a la espera de más datos sobre salarios y beneficios del primer trimestre». La reunión, eso sí, podría servir para que se debata «el punto de inflexión de la política monetaria y, en particular, el calendario de la primera bajada», según el director de inversiones global a renta fija de Allianz Global Investors, Franck Dixmier, que opina que el BCE «ya no tiene muchas razones para no empezar pronto a normalizar su política monetaria».
Esto supondría un cambio con respecto a la última reunión, ya que, según las actas de marzo, los miembros aprobaron por unanimidad mantener los tipos y consideraron prematuro discutir bajadas, pese a que se estaban fortaleciendo los argumentos a favor de los recortes.
Primer recorte en junio
En cualquier caso, los analistas de Bank of America, Carmignac, Ebury, Pimco, AXA o Allianz Global Investors descuentan que el BCE llevará a cabo su primer recorte de tipos en junio, incluso si la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) muestra dudas sobre sus siguientes pasos a seguir.
A partir de entonces se abrirá un escenario incierto, en el que Bank of America prevé dos recortes más -en septiembre y diciembre- mientras que Ebury coincide «con la previsión de los mercados, que esperan alrededor de 90 puntos básicos de recortes en 2024», lo que supondría aproximadamente tres o cuatro bajadas. Por su parte, desde Pimco creen que, una vez que el BCE empiece a recortar los tipos, lo hará «con cautela en los pasos convencionales de 25 puntos básicos».
Unas previsiones que van en línea con los mensajes lanzados por la presidenta de la institución, Christine Lagarde, quien en la pasada reunión aseguró que necesitaban más datos y que una parte de ellos llegarían en abril, pero que sabrían «mucho más en junio». Dos semanas después, Lagarde volvía a apuntar a esa fecha, pero afirmaba que no se podía comprometer a que se produzcan más recortes a partir de entonces.
El BCE ha mantenido sin cambios los tipos de interés en el 4,5 % durante sus últimas cuatro reuniones, después de que entre julio de 2022 y septiembre de 2023 los subiera en diez ocasiones en un rango de entre 0,25 y 0,75 puntos, hasta su nivel más alto desde 2001.
Con información de EFE
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Impulsará los planes de expansión de la empresa, permitiéndole consolidar su presencia en Europa y explorar oportunidades en América Latina.
La ratificación del acuerdo enfrenta la oposición de países como Francia, y la presión de China, que busca adelantar a Europa en América Latina.