España mejora 54 % el SMI, pero debe bajar las cotizaciones

Para la OCDE, las políticas van en el sentido correcto y mejoran la productividad. Sugiere que las próximas subidas estén coordinadas con impuestos y fiscalidad

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Yolanda Diaz
Yolanda Diaz

El informe reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) sobre la productividad laboral en España ha generado un debate significativo en torno a las políticas implementadas en el país y su impacto en el mercado laboral. En términos generales, la OCDE reconoce que, a pesar de un crecimiento modesto en las últimas dos décadas, las medidas adoptadas por el Gobierno español van en la dirección correcta para mejorar la productividad.

Uno de los aspectos clave que destaca la OCDE es el papel de las "buenas condiciones laborales" en la mejora de la productividad dentro de las empresas. En este sentido, señala dos medidas específicas que han contribuido notablemente a este respecto: la reforma laboral de 2021, que redujo la dualidad del mercado laboral, y el pronunciado aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

La subida del Salario Mínimo Interprofesional, que ha sido del 54,1% desde 2018, ha permitido un mayor reparto de las ganancias de productividad entre trabajadores y empresas, especialmente entre aquellos con salarios más bajos. Por otro lado, ha contribuido a la reducción de la contratación temporal y a una mayor estabilidad en el empleo. Estos resultados iniciales sugieren un impacto positivo en la productividad, ya que el empleo estable es fundamental para la inversión en capital humano y el compromiso de los trabajadores.

Sin embargo, la OCDE también plantea algunas posibles mejoras para el futuro. Por ejemplo, sugiere que las próximas subidas del SMI estén más coordinadas con el sistema de impuestos y beneficios fiscales. Propone la aprobación de reducciones específicas en las contribuciones de los empleadores a la Seguridad Social para los trabajadores con salarios bajos, siguiendo el modelo de Francia. Esta medida podría ayudar a contener el impacto del salario mínimo en los costes laborales y mejorar la competitividad.

Reforma laboral y fijos discontinuos

En cuanto a la reforma laboral, la OCDE destaca que la reducción de la temporalidad no ha provocado una reducción en el empleo. Sin embargo, advierte sobre el uso de contratos intermitentes de duración indefinida, conocidos como fijos discontinuos, que pueden ofrecer más estabilidad pero no necesariamente aporta más seguridad de ingresos. Para abordar esta cuestión, sugiere regular el número mínimo de horas que hacen los fijos discontinuos en un periodo determinado para todos los sectores.

En línea con los deseos de la Ministra de Empleo, Yolanda Díaz, el informe de la OCDE, que lleva por título ‘Reactivar el crecimiento ampliamente compartido de la productividad en España’, también apunta como medida positiva la reducción de la jornada de trabajo. «La recomendación del informe es que se puede, de cierto modo, reducir la jornada sin impacto negativo sobre el crecimiento, si eso está negociado por el diálogo social, pero tal vez haya que legislar porque algunos trabajadores que no están cubiertos por los convenios colectivos», ha señalado Stefano Scarpetta, Director de Empleo y asuntos sociales de la organización

«Si se impone una reducción de la jornada laboral sin diálogo, hay empresas que no se lo pueden permitir. Hay gente que trabaja horas y horas extra que no se les pagan. Y hay gente que son trabajadores de tiempo parcial involuntarios. Y en esto hay que trabajar, porque muchas mujeres tienen trabajo a tiempo parcial involuntario o impuesto», ha añadido Scarpetta.

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