Nissan entra en pérdidas tras el cierre de Barcelona

El cierre provocó una caída del 46% en los ingresos y pérdidas netas de 40,7 millones. Siguen operando en Cantabria y Ávila, donde planea aumentar la producción

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Fabrica de Nissan Avila
Fábrica de Nissan en ÁvilaCrédito: Expansión

El fabricante japonés Nissan ha registrado pérdidas significativas en España durante el ejercicio fiscal 2022-2023, tras el cierre de su planta de producción en Barcelona. Este cierre, que fue anunciado en mayo de 2020 en pleno contexto de pandemia de Covid-19 y culminado en diciembre de 2021, ha tenido un impacto profundo en las operaciones y resultados financieros de la compañía en el país.

Nissan Motor Ibérica, la filial española del fabricante japonés, sufrió una disminución drástica en su cifra de negocio, que se redujo casi a la mitad en el último ejercicio fiscal. Los ingresos de la compañía se situaron en 561,6 millones de euros, un 46% menos en comparación con los 1.045 millones registrados en el ejercicio anterior. Este desplome en los ingresos está directamente relacionado con la clausura de la planta de Barcelona, que hasta su cierre fue responsable de la fabricación del emblemático pick-up Navara.

La consecuencia directa de esta caída en los ingresos ha sido un retorno a las pérdidas. Nissan reportó unas pérdidas netas de 40,7 millones de euros al cierre del ejercicio fiscal 2023, en contraste con las ganancias de más de 209 millones de euros obtenidas en el año anterior. Además, el resultado de explotación también fue negativo, con pérdidas de 34,4 millones de euros, frente a las ganancias de 216 millones de euros en el ejercicio fiscal previo.

Aunque Nissan cerró su planta de Barcelona, la compañía mantiene en España otras dos instalaciones de producción en Cantabria y Ávila, donde se fabrican piezas automotrices. Durante el último ejercicio, la producción en estas plantas alcanzó los 3,7 millones de piezas, una cifra inferior en 1,4 millones a las previsiones iniciales. Esta caída en la producción se debió, en gran medida, a la escasez mundial de semiconductores, un problema que ha afectado a toda la industria automotriz.

Sin embargo, Nissan tiene previsto aumentar significativamente su producción en estas plantas en el próximo ejercicio, con una proyección de 5,7 millones de piezas, lo que supondría un incremento del 54% interanual. Este aumento es un intento de la compañía por recuperar parte del terreno perdido tras el cierre de su principal planta en España.

Estrategia y futuro de Nissan en España

El cierre de la planta de Barcelona fue parte del plan estratégico global de Nissan denominado "Next", lanzado en 2020 y concluido en 2023. Este plan tenía como objetivo mejorar la rentabilidad de la compañía, con un margen operativo del 5% y una cuota de mercado global del 6%. A pesar de los esfuerzos, el impacto del cierre de Barcelona ha demostrado ser un obstáculo significativo para alcanzar estos objetivos en España.

Mirando hacia el futuro, Nissan ha lanzado el "Nissan Green Program 2030", un plan que busca reducir un 52% las emisiones de dióxido de carbono por coche producido entre 2018 y 2030. Este enfoque en la sostenibilidad es una apuesta por alinear la compañía con las crecientes demandas globales por la reducción de emisiones y la transición hacia una movilidad más ecológica.

El cierre de la planta de Barcelona también ha tenido un impacto notable en el empleo. La plantilla de Nissan en España se ha reducido a la mitad, pasando de más de 3.200 empleados en el ejercicio anterior a aproximadamente 1.600 trabajadores repartidos entre las plantas de Cantabria y Ávila. Esta reducción en la plantilla se ha traducido en una disminución significativa en los costes laborales, con sueldos abonados por 75,9 millones de euros en el último año, frente a los 123 millones de euros del ejercicio anterior.

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