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El grupo catalán Fermator, líder mundial en la fabricación de puertas automáticas para ascensores, ha completado un ambicioso proyecto de modernización en su planta de Reus (Tarragona). La compañía, de capital familiar, ha destinado 4 millones de euros a la mejora de sus instalaciones, incorporando nuevas tecnologías y automatización en su proceso productivo.
Fermator, propiedad de la familia Gomis, opera once fábricas en todo el mundo, con presencia en India, China, Francia, Italia, Polonia, Grecia y Brasil. En Cataluña, además de la sede en Reus, cuenta con una planta en Falset (Tarragona). En 2023, la empresa alcanzó una facturación agregada de 350 millones de euros y produjo 700.000 puertas automáticas, consolidando su posición en el sector.
La inversión en Reus se centró en mejoras logísticas y productivas, con la incorporación de tecnologías avanzadas y una reorganización del espacio de trabajo. La iniciativa más destacada fue la instalación de una nueva línea de fabricación automatizada, que incluye:
Según José Luis Sánchez, director de operaciones de Tecnolama (matriz de Fermator), estas inversiones han permitido optimizar todas las etapas del proceso productivo, lo que se traduce en una mayor capacidad de respuesta y una mejora en la calidad y rapidez de producción.
Fundado en 1977, el grupo Fermator cuenta con 1.600 empleados y opera en 90 países. Sus productos están instalados en ascensores de viviendas, oficinas, edificios públicos, hoteles y aeropuertos. Con una cuota de mercado del 22% a nivel mundial. Al frente del grupo se encuentra Jaume Vicheto, actual director general y administrador único de Tecnolama.
A contramano de Tecnolama, el tejido empresarial de la demarcación de Tarragona ha experimentado un descenso en el número de pymes en los últimos dos años, con una reducción en sectores clave como la construcción (-1,9%), la industria (-1%) y el sector primario (-2,8%), según datos del Observatorio de la PYME en Catalunya de Pimec.
Sin embargo, el sector servicios se ha convertido en la excepción, con un crecimiento del 0,8% en número de empresas y un aumento del 5,4% en afiliados. Este dinamismo ha permitido que las pymes de servicios sean las únicas que han mejorado su estructura sectorial en la región, alineándose con la tendencia general en Cataluña.
Según Pimec Tarragona, las pequeñas y medianas empresas de la provincia son más competitivas que la media catalana, aunque enfrentan desafíos estructurales. Jordi Ciuraneta, presidente de la entidad, ha señalado la necesidad de mejorar infraestructuras ferroviarias y viales para fortalecer el tejido productivo. Además, advierte sobre el exceso de burocracia como un freno para el crecimiento del sector.
Actualmente, las pymes de servicios representan el 78,8% del total de empresas en Tarragona y el 72,9% del empleo, consolidándose como el motor económico de la provincia. Aunque su peso es ligeramente inferior al promedio catalán, sus indicadores de rentabilidad y competitividad superan la media regional.
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