¿Estancamiento de las exportaciones o resistencia pese a Trump?

El aumento de los exportadores regulares, aquellos que han exportado durante cuatro años consecutivos, sumaron 54.575, representando el 96% del total

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Exportaciones españolasAlemania, Francia y Reino Unido registraron caídas en sus exportaciones, mientras que la zona euro en su conjunto vio una reducción del 1,1%.

Las estadísticas de comercio exterior de España en 2024 revelan un escenario de estancamiento en las exportaciones, con un leve crecimiento del 0,2% respecto a 2023. Sin embargo, este dato esconde una realidad más compleja: mientras Europa sufre una caída en sus ventas al exterior, España resiste mejor que sus vecinos. ¿Qué está pasando con la exportación española y qué podemos esperar en un contexto internacional marcado por la incertidumbre?

1. Estancamiento en un marco internacional complicado

Las exportaciones españolas se mantuvieron prácticamente planas en 2024, con un crecimiento mínimo del 0,2%. Este estancamiento, sin embargo, no es exclusivo de España. Países como Alemania, Francia y Reino Unido registraron caídas en sus exportaciones, mientras que la zona euro en su conjunto vio una reducción del 1,1%. En contraste, economías como Estados Unidos, Japón y China mostraron un dinamismo exportador mucho mayor. La atonía de las economías europeas, especialmente Alemania y Francia —principales destinos de las exportaciones españolas—, ha sido un factor clave. Alemania, en recesión, redujo sus importaciones un 3%, mientras que Francia lo hizo en un 4,5%. Como resultado, las exportaciones españolas a estos países cayeron un 1,2% y un 3,9%, respectivamente.

2. Concentración geográfica: Europa sigue siendo el gran destino

Uno de los rasgos estructurales de la exportación española es su alta concentración geográfica. En 2024, el 73,7% de las exportaciones tuvieron como destino Europa, un ligero descenso respecto al 74,3% de 2023. Este dato refleja la dificultad para diversificar los mercados, a pesar de ser un objetivo tradicional de la política de internacionalización. El déficit comercial con China, el mayor socio comercial de España en términos de importaciones, también empeoró. Las importaciones desde China crecieron un 2,1%, mientras que las exportaciones cayeron un 1,5%, lo que aumentó el déficit bilateral a 37.706 millones de euros.

3. Dualismo empresarial: pocos exportadores, mucha exportación

La estructura de la empresa exportadora española sigue marcada por un fuerte dualismo. En 2024, de los 132.412 exportadores, solo 43.722 exportaron más de 50.000 euros, representando el 99,8% del total exportado. En el otro extremo, 88.690 empresas exportaron menos de 50.000 euros, contribuyendo con solo el 0,15% del total. La concentración empresarial es aún más evidente cuando se observa que los 1.000 mayores exportadores representaron el 66% de las exportaciones totales, mientras que los diez primeros acumularon el 14,5%. Este fenómeno refleja que la exportación española depende en gran medida de un número reducido de empresas.

4. Aumento de los exportadores regulares: un rayo de esperanza

A pesar del estancamiento general, hay un dato positivo: el aumento de los exportadores regulares, aquellos que han exportado durante cuatro años consecutivos. En 2024, estos exportadores sumaron 54.575, representando el 96% de las exportaciones totales. Dentro de este grupo, destacan los exportadores que superan los 5 millones de euros en ventas al exterior, que aumentaron un 10% hasta alcanzar los 5.251. Estos representaron el 83% del total exportado. Además, los que superaron los 50 millones de euros crecieron un 19%, llegando a 722 empresas. Este crecimiento sugiere que, aunque el número total de exportadores ha disminuido, aquellos que exportan de manera estable y significativa están ganando peso.

Según los especialistas, la conclusión es que las exportaciones españolas en 2024 muestran una resistencia notable en un contexto internacional complicado. Aunque el estancamiento es evidente, España ha logrado evitar las caídas que han afectado a otros países europeos. Sin embargo, persisten desafíos estructurales, como la alta concentración geográfica y empresarial, que limitan la diversificación y el crecimiento futuro. El aumento de los exportadores regulares es una señal alentadora, pero será crucial seguir fomentando la internacionalización de las empresas, especialmente las más pequeñas, para garantizar un crecimiento sostenible en un entorno global cada vez más incierto, afirman.

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