Nuevos impuestos a multinacionales, banca y pymes, pero con veto al impuesto energético tras el acuerdo entre PP, Junts y PNV, tal se había anticipado.
Las ventas a través de plataformas digitales y portales de internet han experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, tanto en el ámbito empresarial como entre particulares. Desde la venta de productos en grandes marketplaces como Amazon y eBay, hasta las transacciones de segunda mano en aplicaciones como Wallapop o Vinted, estas actividades están sujetas a un marco normativo que debe ser seguido para evitar sanciones fiscales. Este artículo detalla cómo se deben declarar y tributar estas ventas, y las obligaciones fiscales que tanto las empresas como los particulares deben tener en cuenta.
Para las empresas que venden productos o prestan servicios a través de internet, la expedición de facturas por cada operación realizada es una obligación ineludible. No importa si la venta se realiza a través de una plataforma de comercio electrónico propia o a través de terceros; la normativa establece que se debe generar una factura detallada que refleje la naturaleza de la transacción.
Además, es crucial llevar un registro detallado de todas las operaciones. Este registro debe incluir la información necesaria para que la Administración tributaria pueda verificar el volumen, los detalles y la naturaleza de cada venta. Este control es especialmente importante en el caso de las empresas que operan en sectores con una alta rotación de productos o que realizan ventas a gran escala.
Otro aspecto importante es la obligación de incluir en la declaración anual de operaciones con terceros aquellas transacciones que superen los 3.005,06 euros durante el año natural. Esto implica que las empresas deben detallar todas las operaciones realizadas con otras personas o entidades que hayan excedido ese umbral, permitiendo a las autoridades fiscales una visión más clara de las transacciones comerciales.
Exenciones y ventas entre particulares
En el caso de las ventas entre particulares, como las realizadas en plataformas de segunda mano, la normativa fiscal ofrece algunas exenciones que pueden aplicarse, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos. Las ventas de bienes usados o las transacciones puntuales entre individuos que no constituyen una actividad comercial permanente suelen estar exentas de tributación.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que, si la venta entre particulares se considera una actividad económica regular, podrían estar sujetas a tributación y a la obligación de emitir una factura o justificante de la operación.
Esto afecta a las personas que utilizan plataformas como Wallapop o Vinted para vender artículos de forma ocasional. En caso de que se superen ciertos umbrales de ingresos o la actividad sea considerada profesional, los vendedores particulares podrían tener que declarar los ingresos obtenidos y cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes, como pagar el IRPF o el IVA, según sea el caso.
¿Cómo se declaran estas operaciones?
Las ventas a través de plataformas digitales deben ser reflejadas en las correspondientes declaraciones tributarias. Para las empresas, esto puede implicar:
- Declaraciones de IVA: Si la empresa está registrada como operadora de comercio electrónico en España, debe incluir el IVA en todas las ventas realizadas dentro del territorio nacional y cumplir con las obligaciones de liquidación de este impuesto.
- Impuesto sobre Sociedades: Los beneficios obtenidos por las ventas deben ser reflejados en el Impuesto sobre Sociedades, como parte del cálculo de los ingresos netos de la empresa.
- IRPF: En el caso de autónomos o pequeñas empresas que tributan en el régimen de módulos o estimación directa, los ingresos por ventas deben ser declarados y ajustados en función de los gastos deducibles.
El incumplimiento de las obligaciones fiscales puede acarrear multas y sanciones por parte de la Agencia Tributaria. Esto es especialmente relevante en el contexto de las ventas por internet, ya que las autoridades fiscales han incrementado el control sobre las operaciones realizadas a través de plataformas digitales. La tecnología de rastreo y los acuerdos de colaboración entre las plataformas de comercio electrónico y las administraciones fiscales permiten un mayor control sobre las transacciones online.
Aquellas empresas o particulares que no cumplan con las obligaciones de declarar las ventas realizadas en plataformas digitales podrían enfrentarse a sanciones que varían en función de la gravedad del incumplimiento, el volumen de ingresos no declarados y la intencionalidad detrás del mismo.
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