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Enfrentando la transformación digital, la incertidumbre económica y los desafíos regulatorios, los bancos españoles pueden encontrar en la externalización una herramienta estratégica indispensable.
OPINIÓN Nicolás PascualEn una era definida por rápidos avances tecnológicos, cambiantes expectativas de los clientes y un panorama regulatorio en constante evolución, la industria bancaria enfrenta desafíos sin precedentes. El sector bancario de España, al igual que sus contrapartes globales, no es inmune a estas fuerzas transformadoras. Para navegar con éxito por este complejo panorama, los bancos españoles recurren cada vez más a la externalización como un imperativo estratégico. En este artículo, exploraremos por qué la externalización en el sistema bancario de España es ahora más necesaria que nunca.
La industria bancaria de España está experimentando una profunda transformación digital. Los clientes demandan experiencias en línea fluidas, aplicaciones de banca móvil y servicios personalizados. Para cumplir con estas expectativas, los bancos deben aprovechar tecnologías de vanguardia como inteligencia artificial, blockchain y análisis de datos. La externalización les permite aprovechar la experiencia especializada y los socios tecnológicos pueden acelerar sus iniciativas digitales.
La incertidumbre económica, exacerbada por eventos como la pandemia de COVID-19, ha ejercido una inmensa presión sobre los bancos para optimizar costos manteniendo la calidad del servicio. Externalizar funciones no centrales como el soporte informático, servicio al cliente u operaciones de oficina puede generar ahorros significativos. Estos recursos pueden luego dirigirse hacia funciones comerciales centrales e innovación.
Los requisitos regulatorios en el sector bancario se vuelven cada vez más complejos. Mantenerse conforme con las reglas y regulaciones cambiantes es una tarea desalentadora. Debido a su experiencia, las empresas de externalización a menudo cuentan con equipos especializados en cumplimiento y gestión de riesgos. Al asociarse con ellas, los bancos pueden reducir los riesgos relacionados con el cumplimiento y liberar recursos internos para tareas más estratégicas.
Las operaciones bancarias pueden experimentar fluctuaciones significativas en la carga de trabajo debido a la estacionalidad, ciclos económicos o eventos inesperados. La externalización permite a los bancos escalar rápidamente para satisfacer estas demandas, sin la carga de mantener una fuerza laboral grande y fija. Esta flexibilidad es crucial para adaptarse al siempre cambiante panorama financiero, especialmente durante el cierre de balances, cuando los sistemas están más tensionados.
El aumento de las amenazas cibernéticas plantea un riesgo significativo para el sector bancario. Aunque no es algo que emocione a los directores de tecnología (CTOs), la externalización de servicios de ciberseguridad puede proporcionar acceso a las últimas tecnologías de seguridad y a un equipo de expertos dedicados a proteger datos sensibles de los clientes. Esto ayuda a que los bancos estén un paso adelante de los ciberdelincuentes.
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