Autónomos pueden ahorrar miles de euros en el cierre fiscal de 2025

El Consejo General de Economistas publica una guía con las principales estrategias que permitirán reducir la factura tributaria antes de final de año

ECONOMÍA & POLÍTICA10/11/2025EditorEditor
Facturación autónomos
Facturación autónomosEl informe insta a los profesionales a revisar las deducciones autonómicas

El cierre del ejercicio fiscal 2025 se acerca y los autónomos aún están a tiempo de aplicar medidas que pueden traducirse en un ahorro de miles de euros en impuestos. Así lo advierte el Consejo General de Economistas (CGE), que ha presentado un conjunto de recomendaciones destinadas a optimizar la carga fiscal antes del 31 de diciembre.

Entre las claves destacadas por los expertos, figura la posibilidad de reducir la base imponible hasta en 4.250 euros mediante aportaciones a planes de empleo simplificados, un instrumento que se suma al beneficio de 1.500 euros por las aportaciones a planes individuales. Estas medidas, recuerdan, deben realizarse antes de que finalice el año para surtir efecto en la próxima declaración de la renta.

Asimismo, el informe insta a los profesionales a revisar las deducciones autonómicas, que varían según la comunidad y pueden representar un margen adicional de ahorro si se ajustan correctamente a la normativa regional. Este punto resulta especialmente relevante en el caso de pymes con implantación territorial, donde los incentivos fiscales autonómicos suelen tener un peso específico en la planificación tributaria.

La digitalización y las inversiones sostenibles, nuevos frentes de deducción

El CGE subraya también que las inversiones sostenibles continúan generando ventajas fiscales. La adquisición de un vehículo eléctrico o la instalación de puntos de recarga pueden beneficiarse de deducciones prorrogadas para 2025, siempre que se cumplan los requisitos de precio máximo y certificación del gasto. Este tipo de actuaciones no sólo reducen la carga fiscal, sino que refuerzan el compromiso empresarial con la transición verde, uno de los pilares de las políticas europeas.

Otra de las recomendaciones se dirige a quienes experimenten ingresos extraordinarios o cambios sustanciales en su actividad. En esos casos, los economistas aconsejan aplazar cobros o pagos al mes de enero de 2026, de modo que la tributación correspondiente quede diferida al siguiente ejercicio. Esta estrategia, aplicada con prudencia, puede mejorar la liquidez y equilibrar los flujos de tesorería de los pequeños negocios.

El documento también recuerda que los autónomos con inmuebles alquilados pueden deducir los gastos relacionados con comunidad, IBI o amortización, siempre que estén debidamente justificados. En determinadas zonas catalogadas como de “tensión de precios”, los arrendamientos a jóvenes pueden incluso acogerse a reducciones de hasta el 90 % del rendimiento neto.

En cuanto al sistema de módulos, el CGE alerta de que si no se prorrogan los límites ampliados actualmente en vigor, en 2026 se volverá a los parámetros anteriores: 150.000 euros de ingresos y 75.000 euros en compras. De no revisarse esta situación antes de fin de año, numerosos pequeños negocios podrían verse obligados a pasar a estimación directa, con la consiguiente carga administrativa y fiscal.

El informe concluye recordando que la planificación fiscal no debe entenderse como una mera formalidad contable, sino como una herramienta estratégica para la sostenibilidad empresarial. Anticipar decisiones, conocer las deducciones disponibles y aprovechar los incentivos permite liberar recursos que las pymes pueden destinar a innovación, formación o digitalización.

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