La ratificación del acuerdo enfrenta la oposición de países como Francia, y la presión de China, que busca adelantar a Europa en América Latina.
Francia busca dinamizar radicalmente las reglas europeas
Busca una competencia equitativa con mecanismos que tengan en cuenta las obligaciones medioambientales europeas que no están integradas en los extracomunitarios
INTERNACIONALEditorEFE - Francia va a proponer la adopción por la Unión Europea de «una directiva ómnibus» para desburocratizar el trabajo de las instituciones comunitarias y «simplificar drásticamente las normas y las reglas europeas». La lógica de ese proyecto de directiva será que «antes de crear nuevas normas, hay que revisar las actuales» para evitar una acumulación sucesiva, señaló este jueves Bruno Le Maire, el ministro francés de Economía y Finanzas.
Le Maire presento una reunión que ha organizado para el lunes próximo en París con sus homólogos de Alemania e Italia y que será la tercera con este formato sobre la política industrial, e insistió en que el objetivo es «definir una estrategia europea común para los próximos años» frente a China y Estados Unidos.
«Hay que mostrar los dientes frente a unos adversarios económicos que no van a hacernos ningún regalo«, subrayó el ministro francés, que hizo notar que tanto China como Estados Unidos juegan la carta del proteccionismo y que ante esa realidad, los europeos deben poner en marcha «instrumentos de reequilibrio«.
El primero es establecer "una competencia justa" donde se activen mecanismos que tengan en cuenta las obligaciones medioambientales que se imponen a los industriales europeos y que no están integradas en los costos de los productos extracomunitarios, que por esa razón pueden ser más competitivos en términos de precio.
A ese respecto, una de las ideas de Francia es que, de la misma forma que ya existe en China o en Estados Unidos, la UE reserve una parte de sus licitaciones a productos hechos en su propio territorio, aunque eso signifique contravenir las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). De hecho, el departamento francés de Economía y Finanzas considera que «las reglas de la OMC no tienen suficientemente en cuenta la cuestión medioambiental» y, de todas formas, «no las respeta nadie«.
Asimismo, hizo notar que los chinos venden en el mercado europeo productos subvencionados como los semiconductores, los paneles fotovoltaicos y los vehículos eléctricos y advierten de que «si no hacemos nada, estamos muertos». Francia quiere «una asociación constructiva» con China, pero no se puede mantener la situación actual en la que el gigante asiático tiene un superávit comercial con la UE de 200.000 millones de euros, recalcó.
En la agenda de la «trilateral» del lunes próximo ocupará un espacio relevante «el refuerzo de la independencia de Europa» en la energía y en el aprovisionamiento de materiales críticos, como los que se utilizan para las baterías de los vehículos eléctricos.
Le Maire también pondrá encima de la mesa los retos que plantea la inteligencia artificial y las consecuencias -a su juicio, negativas- para la industria europea que entraña que la UE se dedique básicamente a regular. A su parecer hay que «favorecer la innovación más que la regulación» para no perder la carrera de estas tecnologías y, más allá de este sector, se trata de evitar que la UE tenga tasas de crecimiento que son entre 1 y 1,5 puntos inferiores a las de Estados Unidos.
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