La Generalitat Valenciana aprueba ayudas para quienes no tengan empleados, complementando los apoyos estatales de hasta 5.000 euros, con trámites simplificados
El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Gerardo Cuerva, ha lanzado una seria advertencia al Gobierno español respecto a la capacidad de las pequeñas y medianas empresas (pymes) para implementar una reducción generalizada de la jornada laboral. Cuerva ha destacado que las pymes “no están en disposición” de realizar este cambio debido a las implicaciones económicas y operativas que conlleva.
Durante unas jornadas sobre ‘La productividad de la pyme’, organizadas por Cepyme en Madrid, Cuerva subrayó que la pyme española “no puede aguantar” una disminución del tiempo de trabajo “sin sentido alguno, sin saber ni cómo están los sectores, ni los territorios, ni la empresa”. Esta declaración pone en relieve la complejidad y diversidad de situaciones que enfrentan las pymes en España, lo que, según Cuerva, hace inviable una medida uniforme para todas.
Cuerva también criticó la postura del Gobierno al enviar un documento sobre la reducción de la jornada laboral después de cinco meses y exigir a la patronal una propuesta en un plazo breve. Esta exigencia fue hecha por el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, quien presionó a la patronal española para avanzar en la reducción de la jornada laboral.
El plan del Gobierno es reducir la jornada laboral de las 40 horas semanales actuales a 37,5 horas sin reducción salarial para 2025. Este cambio se llevaría a cabo en dos fases: una primera reducción a 38,5 horas en 2024, seguida de la reducción final a 37,5 horas en 2025.
Cuerva afirmó que la patronal ha propuesto diversas alternativas, como una distribución más regular de la jornada laboral y una mayor flexibilidad, pero todas han sido rechazadas por el Gobierno. Según él, esta actitud refleja una imposición por parte del Gobierno y muestra un desconocimiento de los conceptos de productividad.
Impacto en la productividad y el diálogo social
Cuerva expresó su preocupación de que las medidas del Gobierno no solo no promuevan la productividad, sino que la socaven. Argumentó que la productividad está siendo amenazada porque no forma parte de la agenda política actual. Defendió el diálogo social como el “antídoto” contra las posiciones “cortoplacistas y populistas”, que, en su opinión, no contribuyen a la mejora de la productividad.
“Creo en el diálogo social sincero, honesto, en el que trabajan casi las 5.000 mesas de negociación colectiva del país, que son los verdaderos expertos”, añadió Cuerva. Además, destacó que la productividad en España ha experimentado una caída constante durante los últimos cinco meses y se encuentra actualmente un 2% por debajo de 2015, un 9,7% menos que en 2011 y un 15% más baja que en 2010.
Cuerva recordó que existen sectores donde la jornada laboral ya es inferior a 34 horas, pero hay otros donde no es factible reducirla más. En su opinión, imponer una jornada laboral uniforme desde el Gobierno sería inadecuado e impráctico. “¿Tiene que venir el Gobierno a imponer una jornada laboral en donde no se puede permitir?”, cuestionó Cuerva.
El presidente de Cepyme concluyó su intervención reiterando que las pymes españolas no están en condiciones de reducir la jornada laboral de manera generalizada sin considerar la situación real de cada sector y empresa. La posición de la patronal refleja una fuerte oposición a la reducción uniforme de la jornada laboral, abogando en cambio por un enfoque más flexible y basado en el diálogo social para abordar las necesidades específicas de las pymes en España.
La devolución de estas ayudas representa un desafío para los afectados, muchos de los cuales ya enfrentan dificultades económicas significativas.
El pequeño comercio en España enfrenta una crisis aguda. La falta de apoyo legislativo y las prácticas desleales agravan esta problemática en la España vaciada.
Además, anticipa precios más bajos para el aceite de oliva virgen extra, y pide mayor supervisión e intervención frente a los aranceles estadounidenses.