BSH busca alternativas para reindustrializar la planta de Esquíroz

El 16 de diciembre de 2024, BSH anunció el cierre de su planta en Navarra, afectando a 655 empleados. El trabajo ha disminuido más del 50% desde 2015

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BSH podría cerrarExiste preocupación por parte de los empleados y las autoridades, pero también por los proveedores pymes

La planta de Esquíroz de BSH, dedicada a la producción de frigoríficos y lavavajillas compactos bajo marcas como Bosch, Siemens, Gaggenau, Neff y Balay, ha enfrentado desafíos en los últimos años. Según la empresa, a pesar de las numerosas medidas de mejora implementadas, la producción en esta instalación ha dejado de ser competitiva debido a la fuerte competencia y a la evolución adversa del mercado. Esta situación llevó a la dirección de BSH a considerar el cese de actividades en un plazo de seis meses. 

La noticia del cierre fue recibida con sorpresa y preocupación por parte de los empleados y las autoridades locales. pero también por los proveedores pymes de ésta. La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, expresó su malestar ante la decisión y destacó la intención de revertir el cierre durante el período de consultas disponible. Los sindicatos, por su parte, manifestaron su oposición al cierre y exigieron un plan industrial que proteja el empleo, señalando que la empresa había obtenido beneficios significativos en 2023. 

La empresa atribuyó esta decisión a la pérdida de competitividad y a la difícil situación del mercado. Desde entonces, se han llevado a cabo reuniones entre representantes de la multinacional y los gobiernos de España y Navarra para explorar alternativas que eviten un desenlace drástico para la plantilla.

Uno de los factores que contribuyeron a la situación actual de la planta de Esquíroz es la disminución de la carga de trabajo en más del 50% desde 2015, debido al traslado de parte de la producción a fábricas en Polonia y Turquía. Esta reducción en la producción llevó a la implementación de Expedientes de Regulación Temporal de

Impacto en las empresas locales

En respuesta a la situación, el consejero de Industria de Navarra, Mikel Irujo, afirmó que uno de los principales objetivos del Ejecutivo es revertir la decisión de cierre de la fábrica de BSH en Esquíroz, enfatizando que la planta nunca ha registrado pérdidas. Irujo destacó la alta competitividad y el sólido tejido industrial de Navarra, así como su capacidad tecnológica y formativa, como factores que podrían contribuir a encontrar una solución viable para mantener la actividad en la planta. 

La dependencia de la industria navarra de decisiones tomadas en el extranjero, especialmente en Alemania, ha sido un tema de debate en este contexto para todo el entramado de empresarios locales. Casos como el de BSH, Siemens Gamesa y Volkswagen ilustran cómo las decisiones corporativas en otros países pueden tener un impacto significativo en el empleo y la economía local, afriman desde las asociaciones empresarias. Esta situación ha llevado a reflexionar sobre la necesidad de diversificar y fortalecer el tejido industrial local para reducir la vulnerabilidad ante decisiones externas. 

Mientras tanto, los trabajadores de la planta de Esquíroz enfrentan una creciente incertidumbre. Muchos de ellos, con décadas de servicio en la empresa, describen la situación actual como dramática. Desde la empresa remarcan la disposición para buscar alternativas de reindustrialización de la planta para asegurar la continuidad de la actividad y el empleo directo y de los demás actores proveedores.

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