
Las PYMEs no están directamente obligadas a cumplir con la directiva, pero en la práctica se verán afectadas si son proveedoras de grandes empresas.
Aseguraron que la inversión en tecnología y capacitación laboral serán fundamentales para que México pueda competir en el nuevo escenario internacional.
INTERNACIONALMéxico se encuentra en un momento crucial para definir su futuro económico y fortalecer su posición en el escenario internacional. Durante la primera conferencia del ciclo en “clave iberoamericana”, organizada por el Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB) y moderada por Narciso Casado, director de Relaciones con Iberoamérica de CEOE, Fernando Treviño, vicepresidente nacional de Asuntos Internacionales y Laborales de COPARMEX, analizó los desafíos y oportunidades que enfrenta México en su relación con Estados Unidos y la Unión Europea (UE), así como las estrategias para aprovechar el nearshoring y la relocalización de actividades económicas.
Treviño destacó que la administración de Donald Trump, con su enfoque de “America First”, ha impuesto medidas como aranceles a productos importados y ha priorizado acuerdos bilaterales sobre los multilaterales. Estas políticas han impactado significativamente a los principales proveedores de Estados Unidos, incluido México. Sin embargo, Treviño señaló que, a pesar de estos desafíos, México tiene la oportunidad de fortalecer su economía mediante una gobernanza sólida, la promoción de la inversión privada y la creación de un entorno de certidumbre jurídica y económica.
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sigue siendo un pilar fundamental para la economía mexicana. Aunque la relación con Estados Unidos presenta retos, Treviño enfatizó que México puede superarlos adoptando un enfoque estratégico y proactivo. Además, México cuenta con ventajas competitivas como su ubicación geográfica estratégica, mano de obra calificada y una amplia red de acuerdos comerciales, que lo convierten en un destino atractivo para la inversión extranjera.
Uno de los temas centrales de la conferencia fue el nearshoring, una tendencia que ofrece a México una ventana de oportunidad para reconfigurar las cadenas de suministro y reducir la dependencia de mercados lejanos como China. Treviño destacó que México se posiciona como un aliado estratégico clave para empresas españolas y de otros países, gracias a su proximidad geográfica con Estados Unidos, costos competitivos y acceso preferencial al mercado estadounidense bajo el T-MEC.
Sectores como el automotriz, electrónica, energías renovables y tecnología presentan un alto potencial de crecimiento en México. Treviño subrayó que la adaptación, la innovación y la construcción de alianzas sólidas serán clave para aprovechar estas oportunidades. Además, invertir en México no solo permite acceder al mercado estadounidense, sino también fortalecer la presencia en América Latina, una región con un enorme margen de crecimiento.
En cuanto a las relaciones bilaterales con la Unión Europea, Treviño recordó que en 2016 se iniciaron negociaciones para modernizar el Acuerdo Global entre México y la UE, con el fin de adaptarse a los retos económicos y políticos del siglo XXI. Tras alcanzar un acuerdo en 2018 y finalizar las negociaciones en abril de 2020, se anunció que en 2025 se suscribirá el Acuerdo Global modernizado. Este tratado, más amplio, fuerte y moderno, ofrecerá más oportunidades para los pequeños y grandes productores mexicanos, dándoles acceso a un mercado de 450 millones de consumidores.
Treviño consideró que es fundamental que México aproveche este acuerdo para fortalecer su posición en el mercado europeo y diversificar sus relaciones comerciales. Además, destacó la importancia de fortalecer la gobernanza global y relanzar el sistema multilateral, ya que México depende de estas estructuras para equilibrar su posición frente a potencias como Estados Unidos.
Otro aspecto clave que abordó fue la necesidad de que México multiplique su productividad para aprovechar su ventaja demográfica. Asimismo, subrayó la importancia de asumir la revolución tecnológica para no quedar rezagado frente a otras economías. La inversión en tecnología y la capacitación de la mano de obra serán fundamentales para que México pueda competir en un mercado global cada vez más digitalizado.
Narciso Casado, por su parte, cerró la jornada destacando la importancia de formar parte de una red de redes, como el Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB), que conecta a líderes de instituciones empresariales iberoamericanas con representantes de empresas de ambos lados del Atlántico. Esta colaboración, junto con el apoyo de embajadas y oficinas comerciales, será fundamental para aprovechar las oportunidades que ofrece este nuevo escenario global.
Las PYMEs no están directamente obligadas a cumplir con la directiva, pero en la práctica se verán afectadas si son proveedoras de grandes empresas.
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