
Según el Banco de España, para las empresas se ha incrementado un 62 % desde 2019, hasta los 4.613 millones, lo que requiere accionar sobre la salud mental de empleados
España sigue siendo un país fuertemente exportador de vehículos, pero la caída de la demanda en los mercados internacionales ha impactado la industria.
ECONOMÍA & POLÍTICA27/03/2025La industria automovilística española sigue en terreno negativo en 2025, con una caída del 16,9% en la producción de vehículos durante los dos primeros meses del año. Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), las fábricas españolas ensamblaron 382.104 unidades en este período, afectadas por la adaptación a los vehículos electrificados, los ajustes en la cadena de suministro y la debilidad de los mercados de exportación. Solo en febrero, la producción se redujo un 6,8% interanual, con 213.173 unidades fabricadas. La bajada afecta tanto a los modelos de combustión tradicional como a los vehículos eléctricos, mientras que los híbridos han mostrado un fuerte crecimiento.
El retroceso en la fabricación de vehículos de gasolina y diésel ha sido especialmente significativo. En los primeros dos meses de 2025, se ensamblaron 150.291 modelos de gasolina, un 40% menos que en el mismo periodo de 2024. Los vehículos diésel también sufrieron una caída del 25%, quedando por debajo de las 84.000 unidades. En cuanto a los vehículos eléctricos puros, la producción disminuyó un 14,1%, alcanzando solo 18.919 unidades, lo que representa apenas el 5% del total producido en España.
En contraste, la fabricación de vehículos híbridos ha sido la única categoría en crecimiento, con 103.604 unidades ensambladas en enero y febrero. Este volumen supone un incremento del 82% respecto al año anterior y ya representa más de un cuarto de la producción total del país.
España sigue siendo un país fuertemente exportador de vehículos, pero la caída de la demanda en los mercados internacionales ha impactado la industria. Durante los dos primeros meses del año, se enviaron 324.250 unidades al extranjero, lo que supone un descenso del 20,1% en comparación con 2024. Esta cifra equivale al 85% de la producción nacional, aunque representa 3,5 puntos menos que en el mismo período del año anterior, lo que refleja una menor capacidad de las fábricas españolas para colocar sus productos en los mercados internacionales.
Los principales destinos de exportación, como Alemania, Francia y Reino Unido, han visto una ralentización de la demanda debido a la incertidumbre económica y las restricciones en la venta de vehículos de combustión en algunas ciudades.
Aunque los fabricantes han apostado por la electrificación, este proceso no está exento de desafíos técnicos y económicos. La adaptación de las líneas de producción requiere altas inversiones, y en algunos casos supone parones temporales en la actividad. Además, la demanda de coches eléctricos en España sigue siendo baja en comparación con otros países europeos. Factores como la falta de infraestructura de recarga, el alto coste de los vehículos eléctricos y la incertidumbre sobre los incentivos gubernamentales han limitado el crecimiento del mercado.
La caída en la producción afecta no solo a las grandes fábricas, sino también a toda la industria auxiliar, que incluye proveedores de piezas, logística y servicios técnicos. Un menor volumen de fabricación puede traducirse en ajustes de plantilla o reducción de turnos en algunas plantas, lo que impacta el empleo en regiones dependientes del sector automotriz.
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