
El PIB creció un 0,6% en el último trimestre, impulsado por el consumo interno pero lastrado por la menor demanda exterior. Gasto de las familias aumentó un 1,7%
El debilitamiento de los mercados europeos y la caída de las exportaciones moderan el papel del sector exterior en la economía española.
ECONOMÍA & POLÍTICA04/11/2025
Editor
La economía española afronta un 2025 marcado por una ralentización del comercio internacional. Según las previsiones del Banco de España, el sector exterior —que agrupa exportaciones e importaciones— reducirá su contribución al PIB nacional en torno a cinco décimas, revirtiendo así el impulso positivo que había mostrado desde 2018. Esta tendencia obedece a la menor demanda en los principales mercados europeos y a la desaceleración del turismo, dos factores decisivos para el desempeño de las empresas españolas en el exterior.
Durante los últimos años, las exportaciones han sido un motor esencial para el crecimiento del país, con especial relevancia en sectores como la automoción, la agroalimentación y la industria química. Sin embargo, el contexto actual de menor dinamismo económico global y la pérdida de competitividad en algunos segmentos han provocado un descenso sostenido de los envíos al extranjero. El propio Banco de España confirma que “el empeoramiento de los mercados europeos, esenciales para España, es una de las causas de la menor aportación del sector exterior al PIB”.
A este escenario se suma el aumento de los costes logísticos y energéticos, así como la apreciación del euro frente a otras divisas, factores que afectan directamente a la rentabilidad de las empresas exportadoras. En paralelo, las importaciones continúan creciendo, impulsadas por la recuperación del consumo interno y la necesidad de bienes intermedios para la producción industrial.
De acuerdo con los datos más recientes, la balanza comercial española registró un déficit superior a los 6.000 millones de euros en el primer semestre de 2025. Aunque el turismo sigue siendo una fuente clave de ingresos exteriores, la entrada de visitantes ha mostrado cierta estabilización tras el fuerte repunte de los últimos años. El Banco de España estima que la aportación neta del turismo al PIB se moderará hasta el 1,5%, frente al 2,3% alcanzado en 2023.
El deterioro de la demanda externa coincide con una fase de consolidación económica interna, en la que el crecimiento del consumo de los hogares y la inversión privada siguen sosteniendo la actividad. Este reequilibrio, aunque saludable desde una perspectiva macroeconómica, reduce el margen del sector exterior para actuar como motor de expansión adicional.
“El crecimiento de la demanda interna ha provocado una subida de las compras al exterior”, señala el informe del organismo supervisor, destacando la importancia de reforzar la productividad y la innovación como mecanismos para recuperar competitividad.
Para las pymes exportadoras, este contexto supone un reto relevante. Muchas de ellas han basado su expansión en la fortaleza del mercado europeo, por lo que la contracción de la demanda en países como Alemania, Francia o Italia impacta directamente en sus márgenes. En este sentido, los expertos recomiendan diversificar mercados y apostar por regiones con mayor potencial de crecimiento, como América Latina, África o Asia.
Las empresas industriales también se ven afectadas por la ralentización de los pedidos internacionales. El sector automovilístico, por ejemplo, ha experimentado un descenso en la producción debido a la menor demanda exterior y a los ajustes en las cadenas de suministro globales.
A pesar de estos desafíos, existen oportunidades de crecimiento vinculadas a la transición energética, la digitalización y la economía circular. Los fondos europeos Next Generation EU continúan siendo un catalizador importante para la modernización del tejido empresarial y la mejora de la competitividad exportadora. En este contexto, los analistas insisten en la necesidad de mantener políticas que impulsen la internacionalización de las pymes, especialmente en un momento en que el entorno económico global exige adaptabilidad y visión estratégica.

El PIB creció un 0,6% en el último trimestre, impulsado por el consumo interno pero lastrado por la menor demanda exterior. Gasto de las familias aumentó un 1,7%

La región busca mejorar su infraestructura energética y garantizar un suministro adecuado que respalde su expansión industrial y económica con inversiones sostenibles

También adelantó la posibilidad de recurrir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) si el Gobierno plantea incrementos que, a su juicio, resulten injustificados

Los internos reciben formación en oficios, electricidad, informática o braille, y al recuperar la libertad son conectados con empresas dispuestas a contratarlos

El empleo crece entre los extranjeros por encima de la media gracias a su estructura de edad, y lo hace especialmente en las comunidades autónomas donde más faltan

También adelantó la posibilidad de recurrir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) si el Gobierno plantea incrementos que, a su juicio, resulten injustificados